Hoy ya puedo empezar a escribir de nuevo... Después de pasar 4 dias bebiendo buen vino, comiendo sin parar y sin apenas dormir necesitaba un par de dias para tomar aire y descansar.
Destacable la iniciación a la cata del vino, la visita a las bodegas paternina, la gran cena de gala que nos prepararon en la que cantaban ópera y bailaban, y como faltaba un bailarín para una de las canciones y 4 copas de vino son más de 3, allí salí yo ante 128 personas a bailar, bueno, más bien a dar 4 pasos, eso si, que una soprano te cante a la cara asusta.
Destacable también la espeología pero no el puenting en el que no me atreví a dar el gran salto.
Pero si alguna cosa tengo que destacar es la comida en Viana, una buena comida, con un buen vino, buena compañia y buenas conversaciones. Allí entablé conversación con Ilargi (Luna), temas culturales, lingüisticos y politicos para amenizar la comida.
Lo que más siento es no haberme despedido de ella porque tuvimos que saltar del autobús casi literalmente cuando pasabamos por Logroño. 3 aventureros cansados de los viajes organizados decidimos abandonar el barco y lo primero que sentí una vez bajé del autobús y veía que se alejaba fue una sensación de libertad enorme. Allí abandonados en un poligono de Logroño con 4 horas de libertad por delante.
Por cierto, está fue mi segunda visita a Álava y la segunda que fui sacado por los medios, la primera por el Gara, la segunda por una entrevista de la ETB, eso si yo no hablé, sólo estaba de figurante.
2 comentarios:
Bienvenido. Bien hallado... El vino, oscuro, la charla, densa, la risa, libre, fluida, la piel -si la hubiera-, desnuda, por favor. El regreso, seguro. Tengo una asignatura pendiente con el Pais Vasco. Diciembre se me queda ocioso, ahora que mis "niños adultos" dejarán por fin su FPO -y mi cautiverio-. Tal vez me escape hacia el norte. ¿Algún rinconcito de visita obligada?
Agradecida por el paseo en mi affaire, caballero... Beso!
Pues no he estado mucho yo por allí y el poco tiempo que he estado casi siempre en condiciones bastante ebrias como para recordar... no dejaria de visitar los bares de pinxos y dejarte perder por las calles de cualquier ciudad o pueblo txikiteando (tomando vinos). Otoño es muy bonito allá por los colores.
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