Definitivamente prefiero las bodas al mediodía que por la noche, son más intensas y más duraderas. Ayer empezamos el dia a las 11:30 con la primera caña pre-ceremonia. Una ceremonia muy interesante por la disposición del recinto, un iglesia hexagonal que aparentaba un espectaculo con los protagonistas en el centro y todos alrededor de ellos, mucho más cercana que las de "planta en cruz". De allí pasamos a la comida en la ferradura con el mediterráneo y el paseo de la patacona como testigos de como íbamos devorando plato tras plato y cerveza tras cerveza. De ahi pasamos al salon de inmensos ventanales que ofrecian un azul de fondo precioso. Me gustó mucho el sitio.
Entre regalos, videos y un más que alargado homenaje de la tuna nos levantamos de la mesa en torno a las 6 de la tarde para empezar a bailar las canciones más verbeneras, no importaba, habia que bailarlo todo. La barra libre duró hasta las 10 de la noche cuando ya parecia que podian ser perfectamente las 4 de la mañana.
De allí fuimos a un pub donde teniamos bocadillos para no acabar de desfallecer, y no desfallecimos, continuamos bebiendo y bailando hasta que el cuerpo o más bien la cabeza dijo basta. Entonces tuvimos que pedirle a la novia que por favor se marcharan ya para que pudieramos retirarnos a descansar. Por entonces ya eran las tres y media de la mañana y llevabamos 13 horas bebiendo...
Falta el reportaje fotográfico, Marta, enviame alguna foto para que la incluya!!!
Se acabaron las bodas, quizás las eche de menos, parece que le iba cogiendo el gusto...
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