una de muertos

La noche húmeda y calurosa invadida por la oscuridad le recordará la necesidad de beber agua, aturdido, cansado, intentará alcanzar a tientas las zapatillas que no encontrará.
Se levantará perdiendo el equilibrio hasta alcanzar la pared y en ese momento un ruido sordo cortará la silenciosa noche.
El golpe le hará reaccionar y tener consciencia del momento, se despertará al instante, no podrá ni querrá imaginarse lo que podria haber pasado, pensó en él, con quien tanto tiempo había pasado.
Correrá por el pasillo, golpeando las paredes, gritará y alcanzará la puerta del salón viendo la temida fotografia del momento, la ventana abierta.
Resignado a una noticia anunciada deambulará hasta la abertura y, obligado a mirar hacia abajo, confirmará su más temido pensamiento.

Era cierto, Junio había saltado por la ventana...

... y en ese momento llamaron a la puerta... era Julio.