lunes, septiembre 26, 2005

Cuento quitamiedos

Un buen día se levantará cansado, desayunará un café con leche de la última cafetera de ayer, comerá dos galletas humedas por no haber cerrado la bolsa y andará a lavarse la cara, se cepillará los dientes y notará el sabor de la sangre.

Se preguntará porque tuvo que ser tan orgulloso con ella y ella con él. Revisará su album de recuerdos, su primera publicación y su primera novela.

De aquello habrán pasado 12 años, ya ni el polvo se acordará...

Durante 30 largos minutos se sentará frente a la vieja máquina en la que había escrito toda su obra; pero ya no era como antes, las palabras ya no corrían por su cabeza, ya no escupía toda esa prosa que con brillantez y maestría habia enamorado a todo su público.

Lo tenía decidido desde hacia mucho tiempo, si no podía escribir prefería morir. Empezó a prepararlo todo con sumo cuidado, se iba a quitar la vida pero no podia dejar nada por hacer.
Redactó una carta a su anciana madre que envió junto con los últimos dólares que rescató del bolsillo y a su editor le envió una carta de despedida que acabó siendo un cuento, sobre todo lo que habia hecho en su vida, de todos los sentimientos que habia sufrido viviendo pobremente, de como malgastaba el dinero nada más que lo recibía, de como acababa vistiendo con su antigua ropa por nostalgia y comodidad. De como habia querido a aquella mujer y ésta nunca le había correspondido.

Sin darse cuenta acabaría escribiendo un cuento magistral, como los de antes. Nunca jamás se habría escrito algo tan cercano a lo humano.

Asi lo pensó el editor que rápidamente enviaría un telegrama para anunciarle que publicaría su cuento, telegrama que hubiera leído si no se hubiera tomado aquel bote de pastillas que nunca quiso tener.

El cuento se publicaría en la revista de la editorial y muy pronto sería encumbrado como uno de los más grandes cuentos jamás escritos.

Pero que has hecho, Bandini...

(con permiso...un final como otro cualquiera)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero chico, comienzas el curso escolar un poco catastrófico... no hombre no!!!! Que para eso siempre hay tiempo.
Kiss

Anónimo dijo...

pues a mi me parece superpositivo, incluso hasta muerto puedes llegar a ser un genio!!!

Anónimo dijo...

Si claro, no soy muy partidaria del reconocimiento una vez la endiñas... así que, todo lo que tengas que llegar a ser que sea bien vivito.. No crees? Disfruta tu éxito.

Mimo dijo...

Autentico.

Anónimo dijo...

pues bien, paseaba por acá, me gustan los cuentos, este me ha parecido bueno. Te leeré otro día.

Saludos, desde este lado.