Dice el gordo que las cosas no deberían de hacerse con esfuerzo sino con placer, y que todo aquello realizado con esfuerzo no beneficia el bien-estar de la persona. Quizás tenga razón, ya lo dicen en los manuales de atletismo, el dia que no te apetezca entrenar mejor quédate en casa.
Que bonito sería que te gustase todo lo que hiceras.
En eso estamos, una vez se acaban las vacaciones siempre entran ganas de cambiarlo todo, cambiar de aires y buscar una salida. Estuvimos buscando tiempo y ahora andamos en un par de proyectos que les cuesta ver la luz pero que la verán. Falta de tiempo. Ese bien tan preciado es el que nos falta. Y la semana que viene vuelven las clases de idiomas.
Menos mal que aprender francés no es una obligación y no se hace con esfuerzo sino por
placer.
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