Muchos de los relatos que escribí fueron relacionados con la muerte y ahora que la tienes cercana resulta paradójico que no sepas bien que escribir. Mi abuelito se fue apagando poco a poco hasta que hoy de madrugada le faltó el oxígeno. Y entonces lo único que quedó fue el silencio, la nada y un vacío muy grande.
Ese es el primer sentimiento después te queda el recuerdo, las anécdotas y todas las historias que te narraba de pequeño y que te parecían increíbles. Algo así como pasaba en Big Fish.
Intentas hacerte la idea de que debería ser más una despedida festiva a una larga y buena vida, y no tanto una tragedia.
Somos viajeros de una travesía, polvo de estrellas danzando y girando en las corrientes y torbellinos del infinito. Nos hemos detenido por un momento para encontrarnos unos con otros, para conocernos, amarnos y compartir. Si compartimos con cariño, alegría y amor, crearemos abundancia y alegría para todos.
Hoy le decimos hasta luego al papá, al abuelo, al tío Luis, un ejemplo para todos de alegría y buen humor.
Celebramos sus 87 años de una vida que quiso compartir con todos nosotros.
3 comentarios:
Las personas que queremos se van tarde o temprano pero los buenos momentos que nos han dejado nos permiten seguir disfrutando de su compañía muchos años más
¿qué mejor regalo le podemos dejar a los que queremos?
Un abrazo
Juanvi
Un abrazo muy fuerte Jorge.
Jorge Pradas (Rallye)
Un abrazo, Jorge. En silencio.
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