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Suena Just like Honey y continúa avanzando por la carretera gris. Se distrae viendo acercarse los pivotes cuentakilómetros y comprobando que la medida es justa, 1 kilómetro, ni más ni menos. De vez en cuando pisa la linea lateral para hacer vibrar el coche y que él tampoco se duerma.
Debe de llevar al menos una hora detrás de un coche negro con una Mafalda que le sonríe en la parte de atrás. En la parte de delante imagina una chica.
Decide tomar un descanso pues se aproxima al momento en el que los ojos se cierran y las autoridades recomiendan parar, detiene la música, pone el intermitente y se desvía de la autopista justo después de que el coche negro haga el mismo movimiento.

Café con leche y alguna madalena del dia anterior, no está mal, por esta zona hacen las mejores, ya se lo dijo Marta. Levanta la mirada y se cruza con ella, un cara sonriente sin necesidad de sonreir, está tomando zumo de tomate y su acompañante la mira con los ojos abiertos, mira a ella, mira a Mafalda y sonríe.

Suena Lo mío es actuar y sólo puede ver a Mafalda en la parte de atrás y en la parte de delante imagina una chica de cara sonriente sin necesidad de sonreir.

Un instante después un volantazo, un giro, un frenazo, ruedas bloqueadas, marcas en la carretera, un estruendo, una valla destrozada y un coche destrozado.

Frena, baja del coche y se acerca aunque teme lo que encontrará. Sirenas en la noche y mantas térmicas que no sirven para calentar.

Suena fotógrafo del alma y en la parte de delante sólo hay oscuridad y en su parte de atrás, expectante, está Mafalda.