miércoles, junio 27, 2007

Más Catán y menos...

Hoy todo es más verde que ayer, sales a dar una vuelta por el parque, llevas puestas tus zapatillas preferidas, pantalon vaquero y una ligera camiseta con un dibujo en la espalda. Te acercas a una mujer vestida de blanco que te observa, le saludas cortésmente, ella, sorprendida, hace lo mismo.
Espero que pases un buen día, Equis. Me conoce. Te quedas mirando y al finas decides seguir andando.

Miras los árboles, parece que ayer era otoño y hoy tienen frutos. Sigues andando, ves pasar un coche rojo que te recuerda a algo, quizas ya lo viste alguna vez. Tu nunca has tenido un coche rojo pero te hubiera gustado.
Llegas hasta el final de una verja, la bordeas, continuas hasta una puerta y te encuentras con un guardia, quieres cruzar la puerta pero el guardia te retiene amablemente. Llama por telefono y enseguida vienen a buscarte los del coche rojo.

Te metes dentro del coche rojo y te llevan al gran edificio de donde habias salido aunque no sabes porqué, esta no es tu casa, piensas, tú no tienes casa.
Te acompañan a lo que intuyes debe ser tu habitación, abren la puerta y te invitan a pasar. Una cama, un cuarto de baño y algunas cosas que reconoces como tuyas. Te reconforta ver encima de la mesa una amuleto que no recuerdas donde conseguiste.

Confundido te acercas al baño y te miras en el espejo, te miras detenidamente, sin duda alguna eres tú, llevas una bata azul con una inscripción. Volver a la vida. Te acercas a la ventana del 5º piso en el que te encuentras, a lo lejos ves tu ciudad y entonces recuerdas nitidamente porque estas alli y que es lo que te ha apartado de este mundo tanto tiempo.

El consumo de cocaína se ha disparado en España. El país ha pasado de ser puerta de entrada de la droga en Europa a convertirse, proporcionalmente, en el primer consumidor del mundo: un 3% de la población entre 15 y 64 años la toma, según la ONU. La cifra sitúa a España por delante de Estados Unidos ... el futuro: el adicto juvenil tiene muchas papeletas para serlo en el futuro.

Parece increible que solo dispongamos de una vida y nos empeñemos en destrozarla. O es que ellos saben algo que el resto no sabemos...

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