jueves, agosto 26, 2010

El incidente

Cámara enfocando primer plano
Todo hubiera sido bastante distinto si ese bote de coca-cola no se hubiera cruzado en mi camino.
La cámara abre plano y enfoca el calendario... se difumina... Flashback!

Quedan veinte minutos para cenar, dejo el pc enchufado, luego seguiré con la edición del video del verano. Pienso. Bocadillo para cenar. Pienso. Paté, lomo y queso. Acierto.

Abro el pan precongelado (menudo invento digo en voz alta), y pongo la mezcla, entretanto pico un poco de lomo, pico un poco de queso, otro poco de lomo, otro poco de queso, ya se sabe que el cocinar da hambre.
Cierro el bocadillo con un par de palillos a falta de hilo de palomar o de que inventen los bocadillos con cremallera . Meto los bocadillos en el horno precalentado a 200º, joder esto parece un blog de cocina.

Abro la nevera, hay que reponer latas. Abro la despensa, dos shandys y dos cola zero, giro 180º en dirección a la nevera que ya tiene la puerta abierta, algo pasa, mis dedos no cordinan, uno se cruza, el anular se monta sobre el meñique y el corazón de la mano izquierda dice que esta guerra no es mía... Y lo inevitable pasa. El bote de coca-cola zero se precipita al vacío, una caída que dura exactamente una décima de segundo pero que ante la cámara es como (spoiler) el anillo de Frodo hacia el volcán... pero lejos de hundirse lentamente estalla contra el suelo y empieza a girar violentamente esparciendo coca cola zero por toda la cocina. Armarios, nevera, techo, encimera, ... no se salva nada...

Tiempo actual

Pasado el tiempo (una hora) me planteo la vida de otra forma, creo que hasta entonces no estaba preparado para las eventualidades que te pueden suceder en el momento más imprevisto. Es increible lo que te puede cambiar la vida en una décima de segundo.

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